Gracias a Dios logramos pasar un tiempo increíble. El poder de la unidad trae bendición cuando se trabaja en alianza podemos impactar familias y comunidad. Este evento es muestra de ello que la unidad de la iglesia sin importar denominación podemos salir de las cuatro paredes y llevar a Jesús a las familias aún no alcanzadas. Pasamos un lindo tiempo de juegos, con mucha diversión, de sana competencia, y enfocados en compartir nuestra Fe y al final terminar con unas frutas para todas las familias de la comunidad de Nueva Juventud.
Podemos hacer discípulos a través de los juegos y deportes, esta estrategia rompe barreras, clase social y religión, así podemos llegar a los niños y las familias con más facilidad y con mayor confianza.
Ver a los niños jugar y divertirse con sus padres nos llena de alegría y mejor verlos sonreír en un tiempo recreativo donde se olvidan por un momento de las dificultades de la vida. Y es ahí donde muchos al escuchar el mensaje de Fe que hay esperanza en Jesús regresan transformados a casa.
El invertir tiempo y esfuerzo como equipo, lo hacemos porque creemos en la familia y nuestro deseo es verlos unidos.
Mateo 28:19. Id y haced discípulos. Salvando y uniendo familias.
