El pasado 11 de mayo recibimos la visita de 9 jóvenes procedentes de la base de JUCUM Foz de Iguazú, del estado de Paraná-Brasil. Anteriormente ya hemos recibido equipo conformados por estudiantes de las EDE´s de JUCUM, de diferentes países, pero este fue el primer equipo procedente de Brasil que recibimos en nuestra base.
Al inicio pensábamos que, las barreras del lenguaje, y la ausencia de traductores en ambos equipos, iban a representar un gran desafío, pero una vez más Dios se glorificó en medio de esto, recordándonos que los idiomas y culturas no son para Él una barrera, sino más bien puentes y oportunidades, las naciones son parte del corazón de Dios.
El equipo fue de gran bendición para nuestra iglesia y comunidad. Asumieron el liderazgo de los diferentes programas y servicios que ofrecemos como iglesia y fundación. Ministrando en los cultos de oración y servicios dominicales, orando y bendiciendo a las familias de la iglesia con sus visitas y participación en la célula.
Su impacto no se limitó a nuestras “cuatro paredes”, por las tardes el equipo se dedicó al servicio de la comunidad en la limpieza de espacios públicos, parques y campos deportivos. En más de una ocasión vimos un fruto inmediato, niños de la comunidad al verlos limpiar, también se unían y tomaban conciencia de la limpieza y el cuidado de los espacios públicos. Esto también sirvió para poder compartir el mensaje de esperanza y amor con los vecinos aledaños que visitaban los parques o que andaban por allí.
El corazón evangelístico de éste equipo ardía con pasión. Cada noche realizamos impactos en las calles con dramas evangelísticos y espectáculos de fuego, en plazas públicas y lugares transcurridos de Cieneguilla y Manchay.
También tuvimos la oportunidad de visitar por toda una mañana el programa “Casa Don Bosco” dentro del centro penitenciario para menores “Maranguita” en Lima. Este tiempo fue muy impactante, tanto para los chicos de la prisión como para nosotros, pudimos ver la mano de Dios, moviéndose y una vez más amando al perdido.
